Plan Nacional de Cáncer y su importancia para el país

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Noticia 10 de Diciembre de 2018 27119


El pasado martes 4 de diciembre, el Presidente Sebastián Piñera junto al Ministro de Salud Emilio Santelices presentaron el Plan Nacional de Cáncer, el cual busca garantizar a la población un acceso oportuno y equitativo a la atención de salud, donde se fortalecerá progresivamente la red asistencial y al recurso humano para disminuir gradualmente la incidencia y mortalidad por Cáncer.

El Dr. Gonzalo Valdivia, miembro de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SER), analiza que “por años el sector salud ha necesitado contar con un enfoque actualizado e integrado para enfrentar el enorme desafío que impone el cáncer, un problema prioritario de salud pública. Chile enfrenta hoy un complejo panorama, derivado de su perfil epidemiológico y demográfico, que coloca al cáncer como una de sus principales problemas de salud”.

Se proyecta en un breve plazo, que el cáncer puede llegar a constituir la primera causa de muerte, como ya lo es en algunos países. Según datos proyectados para este año 2018, se estiman en 53.000 los nuevos casos, existiendo un volumen de 135.000 chilenos viviendo con la enfermedad y 28.000 falleciendo por esta causa.

“El 13% de todas las muertes por cáncer, 7% de los nuevos casos y el 3,5 % de los egresos de nuestros hospitales, derivan del cáncer pulmonar. Para la medicina respiratoria no solo es gravitante el cáncer pulmonar, dado que la mayoría de las otras localizaciones tiene en su evolución (incluyendo el estado terminal de la enfermedad), severo compromiso del sistema respiratorio”, agrega el Dr. Valdivia.

“El cáncer pulmonar se caracteriza también por ser altamente prevenible, cautelando el control estricto del consumo de tabaco y de los riesgos ambientales y ocupacionales conocidos”, subraya el experto.

El anuncio del Plan Nacional de Cáncer constituye un hito relevante, afirma el Dr. Valdivia, ya que según explica “la disponibilidad de un Plan nacional actualizado, con participación multisectorial, incluyendo la sociedad civil y sociedades médicas y científicas como la nuestra, nos pone a tono con las exigencias de los tiempos modernos. El Plan reconoce las debilidades de las estrategias previas, caracterizadas por su falta de integración y de compromisos explícitos en materia de recursos profesionales, organización, información y particularmente, recursos financieros”.

Cabe destacar que el Plan Nacional de Cáncer se ordena en torno a estas 5 áreas o líneas estratégicas:

1. Promoción, educación y prevención primaria, el cual apunta a reducir la incidencia del problema (los nuevos casos).
2. Provisión de Servicios Asistenciales, dirigida a disponer en cantidad, calidad y oportunidad de adecuados servicios clínicos, desde el diagnóstico hasta los cuidados paliativos.
3. Fortalecimiento de la Red Oncológica Nacional, que se orienta a alinear la estructura y organización de los centros de atención para los pacientes oncológicos chilenos, con perspectiva territorial y la debida coordinación Público-Privada.
4. Fortalecimiento de los Sistemas de Registro, Información y Vigilancia epidemiológica, objetivo esencial y rezagado en nuestro sistema de salud. Sin información básica, es complejo orientar adecuadamente el rumbo político técnico.
5. Rectoría, regulación y fiscalización, que es, a mi juicio, el objetivo más relevante y basal, al incluir la preparación, gestión y promulgación de la primera Ley Chilena de cáncer. Disponer de una ley (y no sólo de un programa), otorga garantías de cumplimiento (accountability), de financiamiento permanente evaluación y continua revisión.

DESAFÍOS
Respecto a qué desafíos quedan en esta materia, el Dr. Valdivia fue categórico: “Hay enormes y numerosos desafíos para los miembros de la SER, entre ellos la oportunidad de participación activa en la elaboración, gestión y puesta en marcha de la Ley mencionada. Las Leyes son cuerpos legales que deben recoger y traducir en acuerdos compromiso y reglamentos, elementos técnicos de base. Estamos llamados a proporcionarlos y no debemos restarnos de participar activamente de este compromiso”.

El especialista subrayó que “deberemos contribuir proporcionado insumos técnicos y clínicos para el diseño de estándares, normas, procedimientos, costeo, brechas y oportunidades de investigación, organización de la red de establecimientos, diseño de modelos de atención, capacidad formativa de especialistas y formación continua a no especialistas”.

Finalmente, el miembro de la SER destaca que “hay enormes desafíos y grandes oportunidades. La SER ha estado desde sus inicios contribuyendo en esta dirección al mantener su actividad societal vigente, aportando regularmente con sus actividades científicas, colaborando en iniciativas como la Ley de tabaco, en el diseño de propuestas de sistemas de registros y respondiendo a la solicitud de las autoridades de salud. Es el momento de manifestarse”, concluye.